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Te invitamos a leer este texto de Temporamagazine sobre Circunnavegaciones:
‹‹El viaje hecho por los españoles en el espacio de tres años alrededor del mundo es una de las cosas más grandes y maravillosas que se han ejecutado en nuestro tiempo, y aún de las empresas que sabemos de los antiguos, porque esta excede en gran manera a todas las que hasta ahora conocemos››.
De esta forma describía Juan bautista Ramusio, escritor del siglo XVI e importante recopilador de las crónicas de los viajes y descubrimientos que se llevaron a cabo en su tiempo, una de las expediciones más importantes y más impresionantes que se han producido en la historia universal; una expedición que dio la primera vuelta al mundo, que abrió nuevos horizontes y que cambió la ciencia, la tecnología y la concepción que se tenía del planeta entonces.
CONTEXTO
A finales del siglo XV el progreso de las civilizaciones europeas hizo posible una serie de hazañas que hasta entonces jamás pudieron ser contempladas, y que arrojó luz sobre los antiguos tratados que se tenían sobre la geografía del mundo, de sus dimensiones, variedad y de su complejidad. Nos referimos a las expediciones y grandes descubrimientos geográficos que ocurrieron en los siglos XV y XVI.
En 1459 se producirá un acontecimiento que trastocará para siempre los esquemas comerciales y comunicativos del continente europeo con Oriente: la toma de Constantinopla por el Imperio Otomano. Este hecho, que a priori nos puede parecer baladí, supuso la interrupción de las grandes rutas orientales de comercio que se habían mantenido desde la Edad Media (la ruta de la seda y las especias seguida por el veneciano Marco Polo) que recorrían la India, China y las Islas de la Polinesia, y que atravesaba Constantinopla, nutriendo así los mercados europeos, los cuales codiciaban estos productos por los importantes beneficios que les aportaban.
Por este principal motivo, unido a que en este siglo se desarrollan grandes avances en la navegación (instrumentos como la brújula, el astrolabio, los mapas portulanos o el timón circular; así como la construcción de embarcaciones más precisas, resistentes, espaciosas y manejables, llamadas carabelas, precedente de los galeones, barco que venerarán los españoles durante la Edad Moderna), los navegantes europeos pudieron adentrarse en mares profundos y desconocidos para conseguir restablecer esa vía de comunicación tan ansiada.
Las primeras expediciones realizadas por los portugueses se adentraron en la zona sur del Atlántico, bordeando el continente africano (la llamadacircunnavegación africana, realizad por Bartolomé Días y Vasco de Gama); y con posterioridad se produjo la gran empresa de Colón, la llegada a un nuevo continente, América, hito que supuso un cambio drástico en los esquemas cartográficos y geográficos y que volcará la balanza a favor de Castilla, en plena disputa con Portugal, para repartirse el mundo. Este hecho que quedará plasmado en el llamado tratado de Tordesillas.
No obstante, esta ‹‹carrera por las especias›› no quedó concluida por parte de estas grandes empresas expedicionarias. Ni Colón llegó a Cipango (Japón), que era lo que pretendía, ni Bernal Días y Vasco de Gama a las llamadas Islas de las Espacias o Malucas. Por tanto, en este contexto surgen las figuras de Fernando de Magallanes, un marino de origen portugués, y de otro marino de origen vasco llamado Juan Sebastián Elcano, que pusieron en marcha un proyecto para concluir aquello que sus antecesores no habían podido: hallar un paso hacia las Islas de las especias y restablecer las rutas comerciales.
LA EXPEDICIÓN
Fernando De Magallanes. Fuente.
De esta manera y tras pasar por varios ‹‹posibles interesados›› (el proyecto fue presentado de forma inicial al rey portugués Manuel I, que lo rechazó), finalmente se organiza una expedición al servicio de la Corona española, encabezada por Magallanes.
Tras firmar las Capitulaciones de Valladolid, por las que el rey Carlos I de España nombraba a Magallanes Adelantado de la Corona, el 20 de septiembre de 1519 partió la expedición del puerto de Sanlúcar de Barrameda con cinco embarcaciones (Victoria, al mando de Elcano y Santiago, San Antonio y Trinidad al mando de Magallanes y Concepción) y 237 hombres para realizar el primer viaje de circunnavegación mundial. El objetivo no era otro que tratar de completar la ruta inconclusa de Colón, y como precisamente señalábamos antes que la ruta hacia el oriente (África) estaba vetada para Castilla porque así lo establecía el Tratado de Tordesillas, la ruta a seguir fue navegar siempre hacia Occidente.
El principal problema de esta expedición fue que la ruta era totalmente desconocida, los contemporáneos del siglo XVI no sabían la longitud y la extensión tan enorme de tierra que tendrían que bordear para llegar al Pacífico (las costas de Brasil, Argentina, hasta el extremo de Cabo de Hornos para cruzar por el estrecho que ahora lleva el nombre de Magallanes, en la Patagonia).
Así que unido al desconocimiento total de la geografía y de los mares que debía surcar, se le sumaron toda una serie de inconvenientes como tormentas, motines, deserciones (como el navío San Antonio que regresará a Sevilla), cambios drásticos de temperatura (desde las aguas tropicales de Centroamérica, al gélido clima del extremo sur del continente americano, hasta las cálidas aguas del pacífico ecuatorial), enfermedades y enfrentamientos con la población indígena, que fueron una constante durante este titánico viaje.
En este fragmento del cronista Antonio Pigafetta podemos observar las incomodidades y lo accidentada que resultó la travesía:
‹‹Navegamos durante tres meses y veinte días sin probar ningún alimento fresco. Las galletas que comíamos ya no eran de pan, sino de un polvo mezclado con gusanos e impregnado de orina de rata. El agua que teníamos que beber estaba putrefacta. Nos vimos obligados, para no morir de hambre, a comernos trozos de cuero, que eran tan duros que había que mojarlos en el mar cuatro o cinco días para que se ablandasen. (…) sufrimos el ataque de una especie de enfermedad que nos hinchaba las encías hasta cubrirnos los dientes (escorbuto). Y los que la sufrían no podían probar alimento alguno. Diecinueve de nosotros murieron.››
El itinerario que siguieron estos navegantes fue el siguiente:
Itinerario de Magallanes y Elcano en la Circunnavegación del Globo. Fuente.
Bordearon la costa de América del sur, cruzaron por el estrecho, se adentraron en el Pacífico corrigiendo la ruta y subiendo hacia las islas situadas en el trópico de Capricornio sur, las cuales denominaron Islas de los Tiburones por los muchos que allí encontraron, e Islas de San Pablo; llegaron a las Islas Marianas o Islas de los Ladrones, como ellos las bautizaron, donde se encuentra la fosa más profunda del planeta con aproximadamente unos once mil metros, y donde las leyendas locales contaban que habitaba un monstruo marino, para después llegar a las Islas Filipinas, donde Magallanes murió a consecuencia de los enfrentamientos con la población de la isla.
La muerte de Magallanes es un suceso que se explica por la necesidad que tenían estos expedicionarios de recibir la ayuda de los habitantes de aquellas zonas a las que arribaban, pues el abastecimiento de víveres y agua potable era extremadamente complicado si no se tenía un conocimiento real del terreno en el que se encontraban. Por tanto, Magallanes, según los fragmentos de la crónica de Antonio Pigafetta (cronista de la empresa expedicionaria), estudiados por especialistas como Martín Fernández de Navarrete, tuvo la intención de conseguir una alianza estable con los indígenas de Mactán a cambio de eliminar a una tribu rival. Este fue su gran error, subestimar las fuerzas de los pobladores de esas islas, pues según establece este historiador antes citado, Magallanes no se llevó todos los efectivos a la batalla:
‹‹…preparó tres bateles y sesenta hombres que creyó suficientes para combatir con armas de fuego a aquella multitud de indios que no las conocían, sin querer oír los consejos del rey de Zebú y del capitán Juan Serrano, que intentaban disuadirle de que diera un paso tan arriesgado como imprudente y temerario.››
Magallanes, seguro de sus posibilidades, dejó aparte de los hombres en los bateles para que los custodiaran, y negó a sus capitanes que entraran en combate. El resultado fue de esperar, Magallanes fue herido en la cabeza y en la pierna y cayó asaeteado por las lanzas de los indígenas de Mactán en 1521 junto con gran parte de los españoles que allí plantaron batalla; por tanto, y continuando con una especie de maldición del explorador del siglo XVI, Magallanes tampoco llegó a las Islas Malucas, a pesar de que estaban a escasas jornadas de viaje.
Aquí es cuando surge el protagonismo del capitán del navío Victoria y primer hombre en dar la vuelta al mundo, Juan Sebastián Elcano, que tenía la homérica misión de arribar en las Islas de las especias y llevar de vuelta a todos los tripulantes que quedaban hasta España. De esta manera, el capitán de la expedición puso rumbo a las Malucas, desembarcó en la Isla Tidore, donde los españoles consiguieron un importante cargamento de especias (clavo, nuez moscada, jengibre ect), y emprendió el camino de regreso atravesando el océano Índico y bordeando la costa africana.
Tras tres años de recorrido repleto adversidades, enfermedades y accidentes, los españoles finalmente llegaron al puerto de Sanlúcar el 6 de septiembre de 1522 con un solo navío, el Victoria, y únicamente con 18 supervivientes.
Esta expedición supuso la primera vuelta al mundo, la circunnavegación completa del globo, lo que hizo tirar por tierra, de una vez por todas, las teorías medievales sobre el carácter plano de la tierra y descubrir, no sólo la magnitud y el desconocimiento que se tenía del mundo donde se vivía, sino la cantidad de nuevas especies, animales, vegetales (importantes aportes a la botánica medicinal se fueron produciendo en los años consecutivos a estos descubrimientos), así como la multiculturalidad que poblaba el planeta. En definitiva, cambió para siempre el esquema sobre el mundo conocido que tuvieron los coetáneos del siglo XVI.
En palabras del mismo Juan Sebastián Elcano:
‹‹Y más sabrá Vuestra Majestad que aquello que más debemos estimar y tener es que hemos descubierto y dado la vuelta a toda la redondez del mundo, que yendo para el occidente hayamos regresado por el oriente.››
BIBLIOGRAFÍA|
FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, M., “Expediciones al Maluco, viaje de Magallanes y Elcano”, Madrid: Imprenta Nacional. 1837.
FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, M., “Viajes y descubrimientos de los españoles en el Pacífico, Magallanes y Elcano”, Madrid: Maxtor, 2011.
SÁNCHEZ SORONDO, G., “Magallanes y Elcano, la travesía al fin del mundo”, Madrid: Nowtilus S.L. 2010.
GONZALEZ OCHOA, J., “Breve historia de los Conquistadores”, Madrid: Nowtilus S.L. 2014.
BENITES, M., “La mucha destemplanza de la tierra: una aproximación al relato de Maximiliano de Transilvano sobre el descubrimiento del Estrecho de Magallanes”, Tucumán Orbis Tertius: Universidad Nacional de Tucumán. 2013.
LERNKERSDORF, G., “La carrera por las especias”. México. Estudios de Historia Novohispana, Vol 17, Número 17. 1997.
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