Hay un bosque en el Estado de Hidalgo que hoy está protegido, pero lograrlo no fue fácil, se requirieron los esfuerzos de varios líderes sociales e intelectuales. Me refiero al bosque del mineral de El Chico.
En efecto, los mineros de la región (mexicanos y extranjeros) empezaron a talar los bosques cercanos de manera implacable. Desde luego que varios vecinos protestaron, pero sus quejas no prosperaron hasta que personajes influyentes como el ingeniero Gabriel Mancera levantaron la voz. Al poco tiempo, Porfirio Díaz decretó la declaración de Monte Vedado El Chico el 10 de mayo de 1898.
La crisis económica que dejó la Revolución Mexicana propició una nueva ola depredadora de la región hasta que, por solicitud de la recién creada Sociedad Forestal Mexicana, liderada por Miguel Ángel de Quevedo, las autoridades atendieron el problema y, el primero de agosto de 1922, el presidente Álvaro Obregón declaró oficialmente, a El Chico, como Reserva Forestal de la Nación. Pero faltaba un paso más: considerarla reserva forestal sólo implica que la federación es su propietaria, pero no obliga a preservarla ni permite a la nación disfrutarla.
Por tales motivos, Antonio H. Sosa, poeta, ingeniero forestal y heredero moral de su amigo Miguel Ángel de Quevedo, se propuso convencer a las autoridades para declararlo Parque Nacional. Sus buenos oficios y los de otros más como la heredera legal de Don Miguel, Ángela Quevedo, culminaron en éxito con el decreto presidencial del 6 de julio de 1982.
Gracias a todos ellos, cualquier persona puede visitar y disfrutar hoy uno de los bosques más bellos y mejor conservados del mundo.
Víctor Quiroga
29/mayo/2013
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