Los contertulios 321. Dudas del lenguaje

duda

El fenómeno llamado “dequeísmo” consiste en emplear de manera incorrecta la preposición “de” antes de “que”. Es común escuchar y leer expresiones como: “El dice de que debemos esperar lo necesario”. “Creemos de que podemos establecer un conducto mediante el cual…” Si usted construye una oración con verbo transitivo cuyo objeto directo es una proposición encabezada por la partícula “que” no le agregue la preposición “de” antecediéndola, pues en español esta preposición nunca encabeza un objeto directo. Observe: “Espero que pronto se resolverá este caso.” (correcto) Por el contrario, el verbo intransitivo sí permite que la preposición “de” preceda a la partícula “que”. Veamos: “Me avergüenzo de que te comportes así”. (correcto). También se admite la preposición “de” seguida de “que” cuando aparece como complemento de un sustantivo. Ejemplo:  Tengo la certeza de que ganarán el partido. (correcto)

Los pronombres “Le” y “Les” –los cuales funcionan, como complemento indirecto- pasan a utilizarse como complemento directo masculino, refiriéndose a personas. De forma que, en vez de decir “Lo vi”, o “Los vi”, se dice “Le vi” (para él) o “Les vi” (para ellos). En vez de “A tus compañeros los conocí ayer”, decimos “A tus compañeros les saludé ayer”, incurriendo en el fenómeno que se ha denominado “leísmo”. El leísmo está muy extendido, sobre todo en las zonas del centro y norte de Castilla. Hay variaciones que son absolutamente aberrantes para el buen uso del idioma, como puede ser  el empleo de Le o Les como complemento directo femenino, de forma que digamos, en vez “Ayer la ví” (a tu hermana, por ejemplo), digamos “Ayer le vi” y también el uso de Le o Les para hacer referencia a animales o cosas: “¿Has visto al gato?”, Sí, le he visto ahí fuera”. El uso correcto para este caso es, y debe seguir siendo, el uso de “Lo”.

En ocasiones, los pronombres La y Las (los que han de funcionar como formas del complemento directo femenino), pasan a funcionar como complemento indirecto femenino. Así, no es extraño escuchar “La cosí una falda” (a ella), o “Las dije unas palabras” (a ellas). Este error, al contrario que el uso más extendido del leísmo, es sumamente grave, y se denomina laísmo. De la misma manera, los pronombres Lo y Los (las que han de formar parte del complemento directo masculino) pasan a usarse como complemento indirecto masculino. “Lo dio una bofetada” en lugar de “Le dio una bofetada”. Es el mismo caso que veíamos con el laísmo, pero aplicado al género masculino, y se denomina loísmo, siendo igual de grave que el anterior.

Mario Méndez

08/05/2013

[audio:http://www.1060am.net/audios/podcast/contertulios/contertulios321.mp3]

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