¿Qué relación hay entre la ópera y las maderas preciosas?
En Brasil se dio esa coincidencia.
Después del descubrimiento de la vulcanización del caucho a mediados del siglo XIX, es decir, de la creación de un hule útil para las llantas de los automóviles, entre otros usos, surgió la primera Fiebre del caucho, de 1879 a 1912.
En efecto, el caucho como materia prima empezó a ser altamente requerido por la industria.
Muchos empresarios se instalaron en la selva brasileña aprovechando que a lo largo del Amazonas se daba de manera natural el árbol del caucho o Seringueira. Colonizaron grandes extensiones de terreno e hicieron uso y abuso de la fuerza de trabajo de los habitantes originales de esa zona. A eso se le llamó la primera Fiebre del caucho o del oro blanco.
Tal desarrollo económico produjo grandes riquezas en las clases altas, generó una gran hacienda pública producto de los altos impuestos de exportación y originó en esa clase el deseo de crear una metrópolis como las europeas. Empezaron electrificando la luz pública, siendo la primera ciudad brasileña en lograrlo.
Su siguiente proyecto fue crear en la ciudad de Manaus un palacio de la ópera como los de Italia o Francia; y lo lograron.
Construyeron el Teatro Amazonas con mármol de Carrara, herrajes escoceses, lámparas de Murano, maderas finas de Brasil. Para su cúpula se utilizaron 36,000 azulejos de Alsacia.
El edificio subsiste hasta el día de hoy con todo su esplendor y con una capacidad para casi mil espectadores; todo ello en medio de la selva amazónica ¿Qué le parece a usted, querido radioescucha?
Víctor Quiroga
10/abril/2013
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